martes, 30 de junio de 2009

RECESION: "...una cultura de ingresos con poco esfuerzo..."

imagen de http://www.abc.es/data/22112008/opinion/mm22-11-08.jpg
Los resultados económicos recientes, señalan que la Economía colombiana descendió 0.6% con respecto al mismo trimestre del año anterior, según información suministrada por el DANE; El Centro por el Desarrollo Humano y la PAZ, CEDHUPAZ entrevistó a GERARDO A. BUCHELLI L. Docente programa de Economía de la Universidad Católica Popular de Risaralda.

Qué es una “recesión”?
Técnicamente, recesión indica una caída en la actividad económica de un país o región, durante un periodo prolongado de tiempo, generalmente se emplean por lo menos dos trimestres consecutivos. Sin embargo, se debe tener prudencia para referirse a estos temas, es importante no solo ver el comportamiento de la economía, sino, entender y explicar las causas por las cuales se está presentando la contracción en el producto y proponer posibles alternativas que ayuden en la aceleración de la recuperación.

La caída en nuestra producción sea una consecuencia directa de la crisis internacional?
No lo considero, por supuesto que nos afecta, pero vía demanda, y específicamente por la reducción en las exportaciones que explica al consumo final, de tal forma que para el mismo periodo de referencia (comparación primer trimestre de 2009 frente al 2008), las exportaciones evidenciaron una disminución del 0.5%.

Entonces cuales son los factores que mayor inferencia tiene en la reducción del PIB?
Son factores internos propios de la economía colombiana, por ejemplo, en el 2008 se observó un fuerte crecimiento en el consumo vía deuda, con créditos a tasas de interés altas, y esta tendencia es insostenible en el tiempo dada la baja capacidad de endeudamiento del Colombiano promedio. En forma adicional, el gran boom en la exportación de mano de obra, como se podrían considerar a las personas que emigraron a otros países, generaron una cultura de ingresos con poco esfuerzo, ya que percibían ingresos por concepto de remesas y sin necesidad de trabajar, disminuyendo de forma indirecta las tasas de desempleo colombiano.

Qué opina de lo dicho por Esteban Piedrahíta, Director de Planeación Nacional? Pienso que lanza expresiones fuertes y desorientadoras como “el fondo ya se tocó”, para referirse a la crisis y pronostica una lenta recuperación sin explicar adecuadamente las razones que lo justifican.

Qué otras explicaciones hay frente al comportamiento actual de la Economía Colombiana?
Para entender que el Producto Interno Bruto estaba creciendo a tasas porcentuales superiores al 5% durante el 2008, solo dejemos estos dos factores. Uno cuando se agota la capacidad de endeudamiento, se debe recomponer el gasto de las familias y por razones obvias preferirán pagar sus deudas que continuar consumiendo; Dos, como los emigrantes estaban trabajando en economías que entraron en crisis, perdieron sus puestos de trabajo y por tanto, en forma indirecta, se afecta el consumo final colombiano por que descienden sustancialmente las remesas que eran los ingresos de muchas familias, viéndose obligadas inclusive a engrosar las personas que buscan trabajo, es decir, incrementando las tasas de desempleo.

martes, 23 de junio de 2009

Azote y muerte para las mujeres

en http://www.elespectador.com/impreso/articuloimpreso146776-azote-y-muerte-mujeres

Azote y muerte para las mujeres
El investigador social Fredy Gómez es especialista en estudios de género y masculinidades y violencia y familia. Es consultor de organismos nacionales e internacionales:
C.OT. ¿Cuáles son las cifras estadísticas que más lo aterran?
F.G.A.- Varias son las realidades que sobre violencia basada en género demandan nuestra máxima atención en Colombia. Una se refiere, por ejemplo, a la inmensa cantidad de casos de violencia intrafamiliar que se suceden en nuestro país. 89.983 casos, son una muestra impresionante de nuestras realidades. De ellas, según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INML y CF), 52.264 corresponden a violencia de pareja y casi el 90% de este grupo equivalen a violencias cometidas contra mujeres de todas las edades y estratos socioeconómicos. Y valga decir que no siempre las causas son económicas.
Los celos, la intolerancia, el alcoholismo ocupan en conjunto el 52% de las causas de la violencia de pareja. En cuanto a los feminicidios, una de las más aterradoras realidades de inequidad y violencia de nuestro país, pese a la inmensa dificultad que significa cuantificarlos, muestra que para el año 2005 la tasa de mujeres asesinadas por causa de la violencia en la familia fue de 112. Según un Informe de la casa de octubre de 2008 realizado por la Casa de la Mujer, Mujeres que Crean, Ruta Pacifica y Vamos Mujer, para el año 2008 se registran 1.207 homicidios contra mujeres de los cuales 143 fueron perpetrados por presuntos grupos armados. ¿Y el resto?: familiares, esposos, amigos, ex – novios, novios, amantes. No es fácil concebir que de los 22.202 informes de delitos sexuales reportados en Colombia durante el 2008, las mujeres representen el 84% del total de víctimas.
C.O.T.- Las estadísticas ¿Reflejan la realidad o hay muchos casos sin denunciar?
F.G.A.-Según cifras de la Encuesta Nacional de Demografía y salud de Profamilia del año 2005 sólo el 76.1% de las mujeres que han sido agredidas denuncia su caso ante las autoridades. Calculemos que, según cifras oficiales del INML y CF, cada amanecer en Colombia puede dejar 52 delitos sexuales cometidos y denunciados, es decir, algo más 2 cada hora. Esto quiere decir que el reporte oficial sólo alcanza a cubrir entre el 10% y el 20% de los casos que realmente ocurren. Si llaman la atención las estadísticas que tenemos ¿Qué decir si las multiplicamos por 5 ó por 10.
C.O.T.- ¿Una sociedad con tan altas cifras de maltrato a las mujeres y a los niños es enferma o es simplemente machista?
F.G.A.- El machismo podría ser considerado como una patología, cultural, si se quiere. Desde este punto de vista, a hombres y mujeres nos compete la aceptación, la reflexión y el cambio requerido para que no nos autodestruyamos como humanidad, como tejido social, como nación. Por supuesto que existe un profundo desarreglo en nuestras pautas de convivencia, tolerancia y reconocimiento de la diferencia. Y el machismo, en mi concepto, es, justamente, uno de los factores promotores de inequidad, violencia, desarraigo, intolerancia y exclusión más importantes.
C.O.T.- ¿Es cierto que hay menos denuncias en los estratos altos?
F.G.A.- Lo que reportan las cifras oficiales es que le nivel de denuncia en estratos socioeconómicos superiores es inferior como si fuera menor también menor la ocurrencia de tales hechos. Por estudios hechos en América Latina se sabe, por ejemplo, que cuando se incurre en un comportamiento o acto violento, a mayor nivel de escolaridad se puede recurrir más a la violencia psicológica que a la física, mientras que a menor nivel de escolaridad se recurre más a la física que a la psicológica.
Quizás un mayor estrato socioeconómico, que puede conllevar mayores niveles de escolaridad aunque no en todos los casos, como bien lo sabemos, puede traer fenómenos de violencia más complejos y difíciles de detectar, de un lado, y un menor nivel de denuncia e invisibilización social sino por factores socioculturales.
C.O.T.- Con respecto a los países de América Latina ¿Cómo está Colombia en materia de violencia intrafamiliar?
F.G.A.- En verdaderamente difícil hacer un seguimiento continuo a indicadores estables en torno del la participación masculina en diversos actos y comportamientos violentos en diferentes escenarios sociales, como la familia, el mundo del trabajo, etc., en Colombia. Aún así sabemos que según el INML y CF, en el año 2008 se presentaron 1.139 homicidios en los que la víctima fue una mujer, frente a 12. 899 en los que la víctima fue un hombre.
La relación numérica aproximada es de 12 hombres muertos violentamente por cada mujer que perece en una circunstancia violenta. Y se puede colegir por diversas reflexiones y análisis académicas que más del 90% de los actos violentos que dejan al menos una víctima mortal fue perpetrado por un varón. Esta cifra oscila y en América Latina, se registran datos más o menos similares. Quizás la violencia intrafamiliar, la violencia conyugal y la violencia psicológica de hombres contra mujeres sea superior en nuestro país comparado con otras naciones del continente.
C.O.T.- ¿Por dónde hay que empezar a erradicar los comportamientos violentos del género masculino?
F.G.A.- En la cultura misma podemos encontrar buenas razones, espacios y herramientas para el cambio profundo y radical de muchos de nuestros patrones de relación, de comportamiento y de postura frente a la vida y la Humanidad. Brevemente diría que la familia, a no dudarlo, juega un papel verdaderamente estratégico en esta revisión de nuestros valores y acciones. No puede ser que siendo un lugar privilegiado de creación y recreación de los afectos, la solidaridad y los valores, encontremos un escenario de violencia, desencuentro y profunda exclusión y discriminación.
De otro lado, las estructuras educativas de nuestro país tienen que ser sometidas a una concienzuda revisión, pues el machismo, la misoginia, la homofobia, la exclusión, la intolerancia, la respuesta violenta sigue siendo un hecho cotidiano en muchas de nuestras escuelas, particularmente las públicas y la estructura educativa aún no arriesgue un cambio profundo en su manera de ver la educación y las relaciones de género. Por otra parte, los medios masivos de comunicación tienen mucho qué decir en las problemáticas y en las soluciones. Desearía ver medios comunicando equidad y respeto y no cosificación, consumo irracional y violencia como medio legítimo para demostrar el éxito.
C.O.T.- ¿Cuál es la política pública adecuada que debería implementarse por parte del Gobierno y el Congreso para enfrentar la violencia de género?
F.G.A.- Políticas públicas nacionales aterrizadas en los ámbitos regionales y locales que permitan legitimar un cambio de conceptos y paradigmas en nuestras relaciones sociales. Es decir, unas políticas públicas que contemplen el feminicidio como un crimen contra la Humanidad porque así es y como tal, se ordene su judicialización. Que exprese claramente que la violencia contra niñas y niños es también contra nuestro presente y nuestro futuro y como tal asuma su penalización. Que interprete el abandono de los varones de sus responsabilidades paternas, alimentarias y de cuidado y presencia afectiva con sus hijos e hijas como un crimen de género, y que ayuden a construir un sistema judicial incorrupto que no permita la evasión y fuga de los hombres y los padres de frente a sus compromisos.
Que incorpore definitivamente el abordaje de los varones como sujetos con identidad de género, para la elaboración de acciones intersectoriales de prevención de la violencia y promoción de la salud. Políticas que acepten que la violencia ha sido largamente construida y legitimada y que como tal también es evitable. Unas políticas que ante todo rechacen la violencia como una vía válida para la imposición de opiniones, deseos o decisiones, ya sean familiares, locales, políticas, ideológicas o filosóficas. Por supuesto que esto ocurrirá cuando hayamos comprendido la violencia como la más infame forma de relación y la inequidad, como la más indeseable de nuestras realidades.

“Las mujeres han convenido que sus hijos sean violentos”

En http://www.elespectador.com/impreso/cuadernilloa/entrevista-de-cecilia-orozco/articuloimpreso146779-mujeres-han-convenido-sus-hi

La entrevista de Cecilia Orozco 20 Jun 2009 - 10:00 pm

“Las mujeres han convenido que sus hijos sean violentos”
Por: Cecilia Orozco Tascón / Especial para El Espectador
La psicoterapeuta María Antonieta Solórzano explica por qué el hombre colombiano agrede con tanta frecuencia a su pareja, muchas veces hasta matarla. De dónde proviene la cultura de que el líder es el más fuerte y no el mejor.

En medio de las noticias sobre la autorización para suspender los procesos judiciales pendientes contra 19 mil ex integrantes del paramilitarismo de un lado, y la negativa del Gobierno de reparar económicamente a las víctimas de la violencia armada, del otro, pasaron desapercibidas para casi el 100% de los colombianos la semana pasada, así como todas las semanas de cada año, las cifras sobre otra clase de violencia social más honda y masiva: la de los asesinatos, los maltratos físicos o psicológicos y las violaciones o abusos sexuales que un increíble número de hombres cometen contra las mujeres y niños, con el agravante de que casi siempre esos victimarios son esposos, novios, amantes o padres de las agredidas.
Ese factor de invisibilidad permanente fue la razón para que varias entidades privadas y públicas hubieran emprendido una campaña contra el silencio social que rodea el fenómeno de las agresiones familiares, que se realizará en cuatro etapas durante el 2009. “Ni con el pétalo de una rosa”, se denomina y su primera fase – simbolizada con muñecas de trapo elaboradas por las víctimas - fue impulsada por la Casa Ensamble, con la actriz Alejandra Borrero y la empresaria cultural Katrin Nyfeler a la cabeza, y apoyada por la Fundación Plan y por el despacho de la esposa del alcalde de Bogotá.
El Instituto de Medicina Legal reportó en enero de este año 1.203 muertes de mujeres en Bogotá, como resultado de lesiones provocadas por las parejas. En Medellín hubo 193 homicidios de género en el mismo lapso de un año, y en Cali, 106. No son los únicos guarismos alarmantes de una sociedad que le ha puesto todo su esfuerzo a combatir los grupos armados ilegales creyendo que ésa es su enfermedad mayor, pero que no le dedica recursos a eliminar el cáncer de la guerra intrafamiliar, verdadero germen de la intolerancia nacional. Así lo resalta la psicóloga de la Universidad Nacional especializada en terapia sistémica del Roe Hampton Institute de Londres, María Antonieta Solórzano, experta en tratamientos de adicciones y de situaciones que generan angustia o estrés y quien además creó en los años 90 un programa de entrenamiento para la intervención del maltrato y el abuso sexual. He aquí su diagnóstico y la radiografía de lo que sucede en las casas colombianas cuando se cierra la puerta y la familia se queda sola en la intimidad del que pocas veces merece llamarse hogar.
Cecilia Orozco Tascón- El fenómeno de violencia se asocia en este país con el conflicto armado pero se minimiza el de violencia familiar ¿Por qué?
Psicóloga María Antonieta Solórzano.- A nosotros nos sucede lo mismo que al pez: como vive en el agua no se da cuenta que existe. Nos hemos acostumbrado a alarmarnos con las consecuencias del conflicto armado - con razón - por cifras como la de 3 millones de desplazados; pero pocos reparan en que la violencia que afecta al 80% de la población total de Colombia proviene de las familias y es verdaderamente desgarradora. Si el número de habitantes del país es de 40 millones, el 80% equivale a 32 millones y éstos han adoptado un esquema de vida según el cual el castigo ‘educa’, y cualquier diferencia con quien representa la autoridad se resuelve convirtiendo al dominado (obediente y súbdito) en merecedor de castigo. Éste puede ir desde un gesto de desprecio hasta una golpiza que lleve al dominado al borde de la muerte. Hemos dejado de notar que hay una relación de causalidad entre este esquema de vida y el conflicto armado.
C.O.T.- ¿De donde sale el dato de que 32 millones de colombianos sufren la cultura de la violencia intrafamiliar?
M.A.S.- El 80% del mundo vive en condiciones de pobreza, según la denominada curva de la normalidad, que es aceptada internacionalmente. Los patrones patriarcales de la cultura occidental y gran parte de la oriental han sido adoptados por la población que sufre esas condiciones. Colombia confirma la regla.
C.O.T.- Si el problema es tan masivo ¿Por qué aquí no se le da importancia a la violencia de género y por qué no hay políticas públicas para combatirla?
M.A.S.- Precisamente porque la mente patriarcal presente en cada uno de nosotros hace que parezca normal el castigo y corriente la actitud sumisa de mujeres y niños. Hay tal perversidad en las relaciones familiares que las mujeres y los hombres parten de la base de que lo natural es que ellas sean una posesión masculina y, más grave aún, que los hijos sean una posesión de los padres, y particularmente una responsabilidad de las madres. Lo peor es que las mujeres han convenido que sus hijos hombres sean especialmente violentos porque, en su sentir, esa conducta les permitirá competir y ganar; y a ella, salir de la pobreza en algún momento. En cuanto a las políticas públicas, en toda la cultura occidental las labores que protegen el que se considera el lado femenino de la sociedad, como la educación y la salud, tienen menos importancia que las que vienen del lado masculino de la tradición, como la creación de infraestructura para la guerra o las políticas de defensa.
C.O.T.- En consecuencia es falso que la mujer haya obtenido más respeto por sus derechos en esta época y que haya ganado posiciones de competencia.
M.A.S.- No es falso que la mujer culta y la de los estratos medios y altos tenga más posibilidades. Pero en los estratos de bajos ingresos sigue siendo sometida. Impresiona observar que aún en algunas de las familias de las víctimas de ejecuciones extrajudiciales y en las regiones del conflicto armado, las mujeres piensen que está bien que el hombre pertenezca a un grupo irregular o, como se dice en la jerga popular, que “haga vueltas” para poder ganarse la vida con esas actividades.
C.O.T.- ¿Las cifras sí reflejan la realidad de violencia intrafamiliar o una parte está oculta debido a la ausencia de denuncias?
M.A.S.- Hoy las estadísticas son más cercanas a la realidad que hace unos años, cuando las mujeres consideraban como una deslealtad el hecho de denunciar. Sin embargo, todavía están lejos de reflejar lo que acontece porque la violencia de género no solo continúa sino que no tiene distingo de clase social. Se sabe que la clase media y alta no denuncian. En Suecia, una de las sociedades más avanzadas del planeta, las mujeres todavía silencian en alrededor del 40% de los casos, el maltrato al que son sometidas. Si eso ocurre allá, imagínese lo que pasará aquí.
C.O.T.- Existe la creencia machista de que a las mujeres les gusta que les peguen. A sus pacientes maltratadas ¿Las satisface que las golpeen los maridos?
M.A.S.- No, eso no es cierto. Lo que sucede es que la violencia familiar crea una suerte de bloqueo que impide la respuesta de la víctima porque ella recibe la agresión del que la mantiene o debería cuidarla. Además, el agresor emplea argumentos de acuerdo con los cuales la víctima es la responsable del maltrato que recibe y él es la verdadera víctima porque supuestamente lo obligaron a llegar a esos extremos y le duele hacerlo.
C.O.T.- Pero se ha dicho que algunas sienten una especie de placer masoquista cuando son violentadas.
M.A.S.- Ése es un mito. El masoquismo es una expresión que se utiliza ligado al placer sexual. En el contexto del castigo, la humillación, la privación de la autoestima o de la libertad, no hay manera de experimentar placer. La víctima se resigna a recibir maltrato porque no encuentra otra salida, no tiene oportunidades, o simplemente, como le decía antes, porque tiene bloqueada su capacidad de respuesta.
C.O.T.- ¿Cuáles de las estadísticas que usted conoce respecto del tema de violencia de género le impacta más y por qué?
M.A.S.- La que hace referencia al tiempo de cárcel del homicida de su esposa o compañera. Cuando un hombre mata a su mujer, recibe en promedio, entre 4 y 5 años de cárcel. En cambio cuando una mujer asesina al marido, recibe un promedio de 20 años. Me impacta porque hasta el sistema de justicia tiene perspectiva de género cuando se aplican las normas.
C.O.T.- ¿Quién avala esos promedios?
M.A.S.- Esa cifra es el resultado de una encuesta realizada en cárceles de hombres y de mujeres cuyos resultados se cruzaron con otras estadísticas. Se mencionó, en días pasados, en un programa especial sobre el tema en CityTV (Mujeres en línea).
C.O.T.- ¿Eso querría decir que jueces y fiscales aplican la justicia con sesgo machista?
M.A.S.- Claro. De alguna manera las personas cultas tienen en sus arquetipos y prejuicios una forma machista de mirar el asesinato: el hombre es agresivo y puede llegar incluso al homicidio. En cambio si una mujer es asesina y violenta, la sociedad piensa que si se lo permite, perderá su estructura porque el rol que ellas deben cumplir es el de ser dulces y comprensivas, no importa lo que les estén haciendo.
C.O.T.- Precisamente en el programa de CityTV se dijo que “cada 15 segundos, una mujer colombiana es maltratada; cada 3 días, una es asesinada por su cónyuge; una de cada 5 niñas ha sido abusada sexualmente; y en un solo día, 100 mujeres son golpeadas físicamente por sus parejas”. ¿Qué tipo de sociedad llega a esos extremos?
M.A.S.- Una sociedad en la que la dinámica de la escasez ha borrado cualquier valor o cualquier hábito de cooperación, hábito que está presente aún en las comunidades de monos primitivos. Las familias se encuentran en la mitad de un ciclo perverso: le llegan las violencias sociales y así ‘educa’ a los futuros actores de las violencias, repitiendo las relaciones dominante-dominado.
C.O.T.- La expresión “dinámica de la escasez” ¿Qué significa exactamente?
M.A.S.- Cuando empezaron a asentarse en sitios fijos las comunidades humanas, éstas dañaron los recursos naturales a su alrededor como continúan haciéndolo actualmente. Observaron la escasez que habían generado y en vez de corregirla, convinieron que los recursos eran escasos. En lugar de dejar de dañar la naturaleza, la solución consistió en que unos pocos acumularan esos recursos. Esa regla de privilegio ha perdurado hasta hoy. La dinámica de la escasez convierte en enemigo a quien amenace el acumulado y para que alguien pueda ser el que acumula, tiene que ser simultáneamente el dominante.
C.O.T.- A propósito ¿Qué tipo psicológico de hombre hay detrás de un machista agresor? ¿Es cierto que hay una persona insegura y débil?
M.A.S.- Hay una persona temerosa de perder su acumulado y éste puede ser tan elemental como el de tener el ‘derecho’ a estar sobre una mujer, no con una mujer.
C.OT.-.- ¿Los agresores tienen cura?
M.A.S.- Tienen cura, por supuesto, pero hay que tener en cuenta que en la cultura machista el hombre agresivo no está enfermo porque la agresividad es un valor.
C.O.T.- ¿Por eso los altos ejecutivos agresores se creen mejores que los demás?
M.A.S.- Sí, aunque hoy en día son más cuestionados en términos laborales.
C.O.T.- Una pareja en la que uno es el agresor y el otro el agredido ¿Debe separarse, permanecer como si nada ocurriera o buscar profesionales que la ayuden?
M.A.S- Lo mejor sería que buscara alternativas para salir del circuito dominante-dominado, que desde luego no es un círculo de amor sino de escasez y de miedo.
C.O.T.- Aunque no sea lo más común, existen las agresoras de maridos ¿Qué tan frecuentes son esos casos?
M.A.S.- Son menos frecuentes pero llaman mucho más la atención pública y producen una reacción como si estuvieran verdaderamente locas. Entre tanto, la agresión del hombre está envuelta en un ambiente de tolerancia.
C.O.T.- ¿Qué tan responsables son los padres de las niñas de la conducta de ésta como víctima pasiva?
M.A.S.- Como la familia cree en un modelo de niñas en que lo femenino es sinónimo de sumisión, no construye autoestima. Si los padres hicieran lo correcto, la niña sabría cuándo ser dulce y amorosa pero también cuándo ponerle límites a una situación. Ahora, la conducta de baja autoestima se aprende en el hogar pero hoy, los medios juegan un papel importante en la cultura de la violencia de género porque presentan a las mujeres en el plano del objeto de placer masculino. A través de los medios y de la publicidad se sigue planteando que el hombre tiene derecho a que las mujeres lo complazcan. Implícitamente se le envía el mensaje de que él tiene derecho a castigarlas si no lo hacen.
C.O.T.- ¿Cuáles costumbres sociales incitan más la violencia intrafamiliar o de género?
M.-A.S.- El ‘permiso’ social de molestarse si el otro no hace lo que uno quiere. El hábito más enfermo que existe en la sociedad colombiana es el de exigir que el otro lo complazca a uno en vez de solicitarlo. Se trata de un modo de relación en el que la libertad deja de existir porque no hay autonomía.
C.O.T.- Se destinan enormes porciones del presupuesto nacional contra la violencia armada. Dada la acumulación de violencia intrafamiliar ¿Están equivocados el Gobierno y el Congreso al ignorar el problema principal?
M.A.S.- El problema es que seguimos atacando el síntoma y no la enfermedad. Dejamos de lado el origen del mal, de tal manera que dentro de algunos años nos vamos a encontrar atacando todavía los síntomas porque éstos no desaparecerán si no empezamos por el principio.
Una de cada 2 bogotanas ha sido agredida
Bogotá parece ser la ciudad donde más se agrede a las mujeres, o bien, las altas cifras de la capital, comparadas con el resto del país, podrían indicar que las bogotanas tienen mayor decisión y posibilidad de formular las denuncias. Según una encuesta del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y Profamilia realizada en 2005, una de cada 2 bogotanas casadas o que viven en unión libre, ha sido víctima de agresiones. Mientras que a nivel nacional, el 39% de las mujeres dijo que fue violentada físicamente, en Bogotá esa proporción fue del 47%.
Los actos violentos consistieron en: empujones (40%); golpes con las manos (35%); con objetos (11%); amenaza con armas de fuego (8%) y con intento de estrangulamiento o de prenderle fuego al cuerpo (5%)*. Otras estadísticas indican que en Bogotá, entre enero y mayo de 2009, hubo un total de 5.344 quejas por violencia intrafamiliar y abuso sexual y que de esas quejas, el 80% fue de maltrato de pareja; es decir, 4.644 mujeres fueron víctimas de este tipo de agresión. En 2812 casos, los agresores fueron los compañeros permanentes y en 1.650 fueron los esposos. 3.900 fueron atacadas con objeto contundente. 1.777 fueron diagnosticadas con politrauma. Y 1.432 con trauma facial**.
*http://www.mujereshoy.com/secc_n/3901.shtml
** Datos del Centro de Estudio y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudadana. Bogotá

miércoles, 10 de junio de 2009

Incrementaron tasas de homicidio en Risaralda

Redacción Judicial LaTarde/Colprensa

Ayer fue presentado oficialmente el informe nacional ‘Forensis’ de Medicina Legal y el Fondo de Prevención Vial, en el que se muestra que durante 2008 murieron violentamente 26.958 personas en todo el país, es decir, que frente al año anterior, hubo una reducción de 1.588 muertes.
Pero en lo que respecta a Risaralda, hubo un incremento en las tasas de Pereira, Santa Rosa de Cabal y La Celia, teniendo en cuenta que Medicina Legal hace su comparación estadística entre poblaciones basado en una tasa de casos ocurridos por 100 mil habitantes.Es así como en la capital risaraldense ocurrieron 362 homicidios en 2007 mientras que en 2008 fueron 410, lo que significa un incremento de 48 casos para una tasa que pasó de 81 a 91 por cada cien mil habitantes.En lo que respecta a municipios como Santuario, si bien bajó la tasa, comparada con 2008, teniendo en cuenta que para 2007 fue de 123 y en 2008 fue de 103 (lo que equivale a 19 homicidios en 2007 y 16 en 2008), ésta sigue siendo alta debido a que se trata de un municipio de apenas 16 mil habitantes.No deja de ser violento Pese a la reducción en general en todo el país, Colombia sigue siendo catalogado como un país “violento”. El director de Medicina Legal, Pedro Franco, señaló que las cifras son alarmantes y se mantiene en un alto promedio pese a las campañas educativas y a los esfuerzos del Gobierno.“Nuestras cifras frente a otros países son apabullantes. Tenemos un insumo valioso que es el informe Forensis, que mide la violencia, pero toca seguir trabajando”.
el resto del Eje Cafetero
En Quindío hubo un incremento en Armenia y La Tebaida, ya que en el primer municipio ocurrieron en 2007, 116 casos de muertes violentas y en 2008, 139. En el segundo, 20 en 2007 y 21 en 2008. En Caldas, los municipios que más se elevaron en homicidios fueron Anserma con 19 frente a 20 casos, Belalcázar con 1 frente a 13, Manizales, 16 frente a 181 y Villamaría con 4 en 2007 y 21 en 2008 para un incremento de 17 homicidios.

en http://www.latarde.com/judicial/99-notas-judiciales/12000-incrementaron-tasas-de-homicidio-en-risaralda.html

Violencia entre familiares, amigos y vecinos dejó 667 muertos y más de 68.000 lesionados en 2008

26.958 muertes registradas en el país durante el 2008. En el 2007, el Instituto de Medicina Legal totalizó 27.920 fallecimientos.

Según el estudio Forensis, de Medicina Legal, los fallecimientos por estos casos superan los ocurridos en combates entre la Fuerza Pública y los grupos irregulares, que fueron 633.
Medicina Legal realizó las necropsias de 231 personas, que fueron víctimas de conocidos con los que no se trataban. Otras 75 fueron ultimadas por sus amigos, 52 por sus vecinos, 123 por sus parejas, 30 por compañeros de trabajo y en 25 casos las madres atentaron contra sus hijos.
El dato es más contundente en materia de lesiones personales: en al menos cuatro de cada diez casos las heridas las provocaron 'conocidos sin ningún trato'. Las peleas entre vecinos dejaron 14.388 personas lesionadas y Medicina Legal atendió otros 14.000 casos en los que los agresores fueron amigos o compañeros de trabajo o estudio de las víctimas.
"La violencia impulsiva registra mayor número de víctimas como resultado de relaciones interpersonales complejas, difusas y disfuncionales", dice Forensis. En casi 2.000 muertes, el móvil del crimen fueron venganzas y riñas.

El mapa de los homicidios
El 2008 será histórico porque en el país se registraron 1.067 homicidios menos que en el 2007 (pasaron de 16.328 a 15.250) y la tasa cayó de 37 a 34 casos por cada 100 mil habitantes.
La capital registró 1.466 casos, 65 más en comparación con el 2007. Pero la situación fue dramática en Medellín, que pasó de 788 asesinatos en el 2007 a 1.066 el año pasado.
Cali, que tuvo medio centenar de muertes menos, marcó 1.477 asesinatos. Son más que los de Bogotá, a pesar de que esta ciudad la triplica en población.

Cambia hora de crímenes
Aunque el arma de fuego muestra una disminución en el uso, sigue siendo la más utilizada para atacar: 10.820 casos. Las armas cortopunzantes fueron usadas en 2.018 asesinatos.
Las horas en que ocurrieron los 15.250 homicidios del 2008 cambió. En el 2007, la mayoría se produjo en las primeras seis horas del día (de 12 p.m. a 6 a.m.) y en el 2008 entre las 6 a.m. y las 12 m.
"Se puede concluir que las medidas preventivas tomadas por las autoridades han tenido efecto positivo, en cuanto a reducción del delito, pero revela además una capacidad de reacción inmediata de la delincuencia para cambiar de estrategias. La hora en que se comenten los delitos explica, en parte, el incremento del homicidio aleatorio producido por la delincuencia común", señala el informe.
Las muertes en accidentes de tránsito y por suicidios también sumaron en el total de 26.958 personas que perdieron la vida el año pasado. Estas dos modalidades registraron un aumento de 28 y 65 casos respectivamente.

Murieron 2.082 motociclistas en el 2008
La imprudencia, el exceso de velocidad y la embriaguez fueron los ingredientes de un mortal coctel que acabó con la vida de 5.670 personas el año pasado en accidentes de tránsito.
Aunque con menor proporción, Medicina Legal también incluyó entre las causas de accidentes el mal estado de las vías, la falta de señalización y de reductores de velocidad, las fallas mecánicas y las condiciones ambientales.
Las principales víctimas fueron los conductores de motos, con 2.082 casos, 258 más que en el 2007. Seguido aparecen los peatones, con 1.752.
Uno de los frentes que preocupan al Fondo de Prevención Vial, que participó en la elaboración del informe, es el repunte en el número de lesionados. Mientras en el 2007 38 mil personas resultaron heridas en accidentes viales, el año pasado la cifra aumentó a 45.888. Como todos los años, el sábado, el domingo y el lunes son los días en que más ocurren los accidentes.

Han muerto 1.148 niños ahogados
En las muertes accidentales, los niños ocuparon un capítulo preocupante. Entre el 2004 y el 2007, el informe Forensis registra que 1.148 menores de edad murieron ahogados cuando estaban en el mar o el río, en su vivienda o en piscinas realizando actividades deportivas.
El informe añade que pese a que la mayoría de ahogamientos ocurre en piscinas, los niños pueden perder la vida en bañeras o en pequeños pozos. El año pasado, 283 personas entre los 18 y los 60 años murieron por inmersión.
Respecto a la vulnerabilidad por edades, Medicina Legal reseña el riesgo de las caídas simples para los adultos mayores de 60 años. El año pasado, 175 murieron al caer desde una distancia no mayor a la de su misma altura.
Por otra parte, las caídas desde grandes alturas y los golpes contundentes son las causas por las que 739 personas entre los 18 y 59 años fallecieron en el 2008.
También hay registros de personas que murieron electrocutados, quemados, intoxicados y sofocados. La mayoría sucedió en la vivienda, en zonas de agua abierta, en la calle, en una finca o en un edifico en construcción.
Por muertes y lesiones accidentales, entre las que se incluyen la autolesión involuntaria, los accidentes de trabajo y las agresiones de animales, Medicina Legal realizó 11.608 necropsias el año pasado.

'Medicina Legal se está muriendo' por falta de presupuesto
El director del Instituto de Medicina Legal, Pedro Gabriel Franco, aseguró ayer, al final de la presentación del informe Forensis, que la entidad podría "morir" por falta de recursos.
Franco dijo que tan sólo cuenta con 700 médicos peritos, de los cuales 400 se encargan de valorar violencia sexual e intrafamiliar, entre otros casos. Tan sólo 300 están dedicados a analizar las causas de las muertes y lesiones violentas, cuando la mayoría de los casos atendidos corresponde a estas situaciones.
El funcionario aseguró que para que el Instituto funcione al ciento por ciento necesitaría 3.000 millones de pesos y que, pese a la necesidad, sólo le pidió al Gobierno 1.500 millones para garantizar la prestación del servicio y mejorar las condiciones laborales a sus funcionarios.
Añadió que el presupuesto asignado se está quedando corto para cubrir dictámenes, como necropsias, toxicológicos y de ADN en identificación de víctimas y paternidad, entre otros.
También dijo que el conflicto armado sigue afectado que médicos y profesionales de la salud accedan a trabajar en zonas de riesgo. Esta es la causa, por ejemplo, de que en Guaviare sólo haya un médico perito de Medicina Legal.

De REDACCIÓN JUSTICIA en http://www.eltiempo.com/colombia/justicia/violencia-entre-familiares-amigos-y-vecinos-dejo-667-muertos-y-mas-de-68000-lesionados-en-2008_5399613-1

lunes, 8 de junio de 2009

Tres propuestas para combatir el desempleo en Pereira y una preocupación de largo aliento

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A los datos sobre la desaceleración en la producción nacional, la disminución en la inversión interna y externa y la baja en la confianza de los productores y consumidores, se suman los publicados recientemente por el DANE y que dan cuenta del deterioro del mercado laboral, con una tasa de desempleo nacional que ya alcanza para el mes de abril el 12.1% y la preocupante cifra del 19.7% para Pereira; al respecto, el Centro por el Desarrollo Humano y la Paz,

CEDHUPAZ de la UCPR entrevistó al Director del Programa de Economía de la UCPR, Alejandro Torres García. Msc.


CEDHUPAZ: Qué revelan esas cifras?
ATG: Estos elementos confirman que efectivamente nuestra economía ya está sintiendo con todo el rigor los efectos de la crisis económica internacional y que la idea del “blindaje” prometido por el gobierno nacional era imposible de lograr en un ambiente de integración a los mercados mundiales.


CEDHUPAZ: Esencialmente, qué paso en Pereira:
ATG: La caída en casi todos los sectores económicos, pero especialmente en la industria y la construcción, son la explicación fundamental de este fenómeno en el caso de nuestra ciudad. El mal desempeño de la industria no es reciente, de hecho, la ciudad desde hace años atrás viene sumida en un nocivo proceso de desindustrialización a favor de las actividades comerciales y de servicios que obviamente generan menos empleo y valor agregado, aunque no son nocivas per se.


CEDHUPAZ: Y la construcción?
ATG: La construcción está caracterizada por utilizar de manera intensiva mano de obra no calificada, la disminución en la demanda por vivienda y el aumento de la oferta en años anteriores, ha comenzado a marcar su desaceleración, viéndonos abocados seguramente en un futuro próximo a una disminución incluso en el precio de la propiedad raíz.
Finalmente, la crisis en las economías europeas y estadounidense, donde viven gran parte de los emigrantes de la región, implican una disminución en las remesas y el ingreso de los hogares que dependen de ellas, lo que obliga a que otros miembros del hogar deban salir a buscar empleo, aumentando la tasa de participación en el mercado laboral. En un escenario más complejo, debemos esperar el retorno de muchos de los emigrantes, aunque esto sólo ocurrirá si la situación internacional continúa agravándose, lo que en principio no parece ser probable.


CEDHUPAZ: Alejandro, y entonces, qué hacer?
ATG: Es clave pensar en estrategias de corto y largo plazo para combatir el desempleo. Aunque en la reunión de la semana pasada con las autoridades nacionales, se dio un espaldarazo al gobierno local para la realización de nuevas obras de infraestructura y la recuperación de antiguos proyectos archivados, propuestas típicas en fases de recesión, su efectividad dependerá de la agilidad en el trámite de los recursos y las licencias, pero siempre vigilantes de la transparencia y eficiencia en su uso que, independiente del momento, siguen siendo públicos y sagrados.


CEDHUPAZ: Pero usted piensa que ello es suficiente, o hay que complementar?
ATG: Si, es insuficiente, pongo a discusión tres propuestas:
1. la implementación de programas gubernamentales para evitar la deserción de los estudiantes de la las aulas de clase a nivel de secundaria y universitario, con el fin de buscar empleo. Esto, además de evitar el aumento súbito de la población económicamente activa, se constituye en una red que evitará que estos jóvenes ingresen a edades tempranas en los mercados laborales e interrumpan de manera definitiva sus estudios, lo que se constituye en un efecto aún más perverso en el largo plazo, pues terminarán haciendo parte de esa mano de obra no calificada o mal remunerada, aquella que más sufre con el ciclo económico.
2. En segundo lugar, la actividad constructora debe mantenerse, pero esta vez para impulsar la construcción de vivienda de interés social, donde existe un déficit habitacional importante en la ciudad y se han realizado pocos avances en períodos anteriores. Para ello, es importante el accionar conjunto de los constructores privados y el gobierno local, con el fin de poder participar en la entrega de los recursos nacionales que están siendo destinados en la actualidad para ello.
3. Es clave para el departamento sacar provecho de la bonanza en los precios internacionales del café, que alcanzan máximos históricos desde la década 1990. Aquí es importante la participación de la Federación Nacional de Cafeteros para coordinar un proceso donde se mantenga el empleo en el sector, evitando una migración desde el campo hacia las ciudades, al mismo tiempo que reinvirtiendo recursos para aumentar la producción en el departamento.


CEDHUPAZ: Pero, mirando a largo plazo, qué piensa?
ATG: En tiempos de crisis es clave imaginar el futuro. Esto es una nueva alarma para estudiar la vocación sectorial de la ciudad en perspectiva. En un estudio reciente realizado por la UCPR, se demostró el potencial, por ejemplo, del sector metalmecánico y el poco desarrollo del agroindustrial en los últimos 15 años, ambas son apuestas del desarrollo regional.

(EMAIL atorresg@ucpr.edu.co, tel 3127722 ext 140 (3127013))